jueves, 18 de septiembre de 2008

La cabellera de Berenice...

Estaba yo recién cortada y mis hermanas me lloraban cuando, de pronto, con un rápido batir de alas, el dulce soplo del céfiro me lleva a través de las nubes del éter y me deposita en el venerable seno de la divina noche Cypris. Y a fin de que yo, la hermosa melena de Berenice, apareciese fija en el cielo brillando para los humanos en medio de innumerables astros, Cypris me colocó, como nueva estrella, en el antiguo coro de los astros.

Calímaco de Cirene (310 AC-240 AC)

Muchos de vosotros sabréis que mi centro comercial en SL se llama Berenice, pero quizás no sepáis de dónde viene este nombre, un bello nombre de mujer que las leyendas relacionaron con los pelos (mi pasión en SL) y la historia con la astronomía (mi pasión en RL). Permitidme pues que hoy, y basándome en lo que nos cuenta la wikipedia sobre el tema, os explique la bella historia de Berenice y su cabellera.


Hace muchos, muchos años en las fértiles tierras de Egipto, cuna de la civilización, reinó un buen faraón llamado Ptolomeo, tercero de su dinastía, aquella dinastía griega impuesta por Alejandro Magno a los egipcios y que había reemplazado a los dioses antiguos por la pléyade de dioses del Olimpo...

Ptolomeo estaba casado con la bella Berenice, de una belleza sin par en todas las riberas del Nilo, ... ¡Ah Berenice! ¡Hermosa diosa terrena!...Berenice... la que las crónicas nos cuentan que hacia palidecer de envidia hasta las propias diosas. Sí, Berenice era hermosa y bella, y coronaba tanta belleza una larga y hermosa cabellera del color del azabache...larga como el rio que bañaba las orillas de su reino...


Eran tiempos difíciles para el reino de Egipto, acosado por sus vecinos, entre los que destacaban los belicosos seleúcidas de Siria. Su rey había ordenado el asesinato de la hermana y el sobrino del faraón y Ptolomeo decidió tomar venganza por este hecho. De este modo, la primera misión que le correspondió al nuevo faraón, aún sin haberse apagado las hogueras encendidas en el templo de Zeus durante su coronación, fue ir a Siria para para luchar contra el rey Seleuco II y vengar así estos asesinatos.

El farón combatió largamente y obtuvo muchas victorias, pero en su ausencia, su esposa Berenice languidecía y estaba llena de temores por la vida de su esposo. En su desconsuelo, un día fue al templo de Afrodita y allí juró ante la diosa que sacrificaría para ella su hermosa cabellera, en el caso en que su amado regresara vivo y vencedor.


Pasaron aún cinco largos meses de campaña, pero los heraldos anunciaron un buen dia la victoria del faraón. De este modo, el día del regreso de su esposo, Berenice cumplió su promesa y cortó la larga melena en ofrenda a los dioses.



Pero ¡Oh dioses! por la noche alguien llegó hasta el templo y robó la cabellera. Se rumoreó que lo hizo un sacerdote del templo de Serapis, dios egipcio, indignado por el hecho de que la reina hiciera un sacrificio a una deidad griega y hubiera olvidado a los antiguos dioses.

La desesperación de Berenice y el furor de Ptolomeo ante el hecho del hurto fueron grandes.... nada los consolaba..., los esposos, creyendo que el sacrilegio provocaría la ira de la diosa, se lamentaban y la desesperación anidó en sus almas... el pais languidecía...

Pero he aquí que un buen día se presentó ante ellos llegó el astrónomo Conón de Samos para calmarlos. Su ciencia era muy venerada, había escrito siete libros sobre astronomía que se custodiaban en la Gran Biblioteca y todo el mundo conocía su gran amistad con el famoso Arquímedes de Siracusa, luz de la ciencia de aquel momento...

Conón hizo a los reyes que saliesen al balcón de palacio una noche sin luna y les mostró una agrupación de estrellas que brillaba sobre sus cabezas. Señalándolas, les contó que esa agrupación acababa de aparecer en el firmamento y que sin duda se trataba de la cabellera de Berenice, que había sido transportada allí por la diosa Afrodita, a quien se le había ofrecido.

Tranquilizados los monarcas, apaciguado el reino, vueltas las aguas a su cauce...., el sabio Conón dibujaría esa larga melena de estrellas en el globo celeste del Museo de Alejandría, quedando para la posteridad unida al firmamento. Así es como la Cabellera de Berenice subió al cielo y ahi sigue por toda la eternidad...



Esta es la historia de la Cabellera de Berenice... hermoso nombre para una tienda de pelos ¿Verdad?

Música: " Far above the clouds" por Mike Oldfield. Escúchala usando la radio de este blog


6 comentarios:

Eiko Carol dijo...

aiss que bonito :) no tenia ni idea, la verdad, buena eleccion!

brida y su mundo SL dijo...

ay los mitos...como me gusta leer historias como esta.
Hoy esos desvelos ya no tendrían lugar...el teléfono móvil haría que la bella berenice llamara a guardia al joven esposo y le pidiera cuentas sobre la batalla y seguro ;-) otras andanzas nocturas (que en la guerra ya se sabe que hay mucho tiempo libre)de Ptolomeo, jeje.
Ahora en serio, una bella leyenda.

Ive dijo...

Es una preciosidad. Hemosa historia que no conocia y que te doy las gracias por contarnosla.
Besos.

Anónimo dijo...

bonita historia...y gracias por poner esas fotos de nanak tan estupendas.
Mil besos, patito
,,,º¿º,,,

Arwen dijo...

Había leido la historia así como por encima. Pero vale la pena pararse a leerla con calma.

Bonito relato :))

Aleixandre Biedermann dijo...

Si..el cielo esta lleno de bellas historias queridas amigas...
jejeje..tienes razón Brida..ahora con el movil estas cosas no hubieran pasado...
Gracias a todas por pasaros por aqui