La lluvia caía con intensidad en aquella noche del 31 de Octubre en la que ella conducía por una carretera desolada, en aquella tierra de nadie, sintiendo como la amargura y la desesperación inundaba su alma. Huía de un desengaño, hacia una nueva ciudad que le ayudase a olvidar y le permitiese empezar una vez más.
Había conducido todo el día con la esperanza de llegar pronto a su destino, pero la noche y el mal tiempo le habían sorprendido en aquellos páramos perdidos en la que solo crecían las malas hierbas y algunos árboles de aspecto siniestro se atrevían a despuntar en el paisaje.
El último poblacho de aspecto abandonado, había quedado atrás hacía mucho rato, no había visto a un ser humano desde hacía muchas horas.
La carretera avanzada zigzagueante mientras se afanaba en consultar un mapa donde esperaba vanamente poder orientarse. Varios kilómetros atrás habían desaparecido las señales de orientación y no sabía donde se encontraba. La lluvia arreciaba, y de repente alzó la vista del mapa, - Una luz – pensó- una luz en aquella carretera.
Había conducido todo el día con la esperanza de llegar pronto a su destino, pero la noche y el mal tiempo le habían sorprendido en aquellos páramos perdidos en la que solo crecían las malas hierbas y algunos árboles de aspecto siniestro se atrevían a despuntar en el paisaje.
El último poblacho de aspecto abandonado, había quedado atrás hacía mucho rato, no había visto a un ser humano desde hacía muchas horas.
La carretera avanzada zigzagueante mientras se afanaba en consultar un mapa donde esperaba vanamente poder orientarse. Varios kilómetros atrás habían desaparecido las señales de orientación y no sabía donde se encontraba. La lluvia arreciaba, y de repente alzó la vista del mapa, - Una luz – pensó- una luz en aquella carretera.
Paró el coche al llegar a la bifurcación, nada, no había luz –Imaginaciones mías –pensó.
Intentó arrancar el coche pero el motor no respondió, vio la aguja de gasolina –Maldita sea, y la última gasolinera hace mucho rato que la dejé atrás, ¿Cómo es que no me he dado cuenta?
Vió algo a lo lejos entre la lluvia, volvió a fijarse- Una luz, ahora estoy segura…
Era una locura salir del coche con la que estaba cayendo pero era su única alternativa si no quería pasar la noche en medio de la nada. Al salir notó como la fría lluvia le empapaba, empezó a caminar por el desolado camino, una densa niebla comenzó a rodearla… -Lo que faltaba, ahora sí que no podré encontrar la casa-pensó.
Y efectivamente, la luz ya no estaba, pero ya se había alejado demasiado del coche y prefería continuar, no podía faltar mucho para llegar a la casa que creía haber visto.
Vió algo a lo lejos entre la lluvia, volvió a fijarse- Una luz, ahora estoy segura…
Era una locura salir del coche con la que estaba cayendo pero era su única alternativa si no quería pasar la noche en medio de la nada. Al salir notó como la fría lluvia le empapaba, empezó a caminar por el desolado camino, una densa niebla comenzó a rodearla… -Lo que faltaba, ahora sí que no podré encontrar la casa-pensó.
Y efectivamente, la luz ya no estaba, pero ya se había alejado demasiado del coche y prefería continuar, no podía faltar mucho para llegar a la casa que creía haber visto.
-¿Qué es ese ruido?- Pensó. Parecía el ruido de un motor en la lejanía. Nada, solo el ruido de la lluvia y el ulular lejano de una lechuza. No sabía muy bien por qué pero a su mente le vino una leyenda que había oído de niña – Cuando oigas en la noche el canto de la lechuza es que un demonio acaba de abandonar el infierno para reclamar un alma.
-Qué tontería- se estremeció. Estaba empapada, la lluvia empezó a disminuir y de repente un silencio total se extendió en todo el páramo. Volvió a oír el sonido de un motor y una luz a lo lejos. Esta vez no había ninguna duda. Empezó a correr hacia la luz, pero algo iba mal, terriblemente mal. Conforme corría hacia ella, la luz no parecía estar más cerca, al contrario, se alejaba más y más.
Volvió a oír el alarido del pájaro maléfico o quizás no, no era el canto de una lechuza, era más bién algo más parecido a una risa humana, una risa que parecía provenir desde el más profundo abismo de la locura…, se volvió a estremecer cuando trató de imaginarse qué garganta habría sido capaz de emitir aquél sonido…
Entonces se dio cuenta que la luz ahora sí que parecía acercarse, se aproximaba a una velocidad pasmosa, - un vehículo- pensó, pero un coche no podía emitir tanta luz, conforme se acercaba iluminaba más y más terreno del páramo desierto….oyó el ruido del motor que se acercaba, cada vez más fuerte, cada vez más cerca…
-Qué tontería- se estremeció. Estaba empapada, la lluvia empezó a disminuir y de repente un silencio total se extendió en todo el páramo. Volvió a oír el sonido de un motor y una luz a lo lejos. Esta vez no había ninguna duda. Empezó a correr hacia la luz, pero algo iba mal, terriblemente mal. Conforme corría hacia ella, la luz no parecía estar más cerca, al contrario, se alejaba más y más.
Volvió a oír el alarido del pájaro maléfico o quizás no, no era el canto de una lechuza, era más bién algo más parecido a una risa humana, una risa que parecía provenir desde el más profundo abismo de la locura…, se volvió a estremecer cuando trató de imaginarse qué garganta habría sido capaz de emitir aquél sonido…
Entonces se dio cuenta que la luz ahora sí que parecía acercarse, se aproximaba a una velocidad pasmosa, - un vehículo- pensó, pero un coche no podía emitir tanta luz, conforme se acercaba iluminaba más y más terreno del páramo desierto….oyó el ruido del motor que se acercaba, cada vez más fuerte, cada vez más cerca…
Cuando sintió que su corazón comenzó a latir con mas fuerza trato de mantener la calma. Y tomando aire se dijo - si realmente estoy escuchando el ruido de una moto acercándose, solo tengo que seguir caminando y en un momento me alcanzará. Y continuó caminando. Ya estaba lo bastante asustada como para no darse cuenta que en realidad estaba deteniendo el paso.
Estaba equivocada.El latir de su corazón también le impidió a su mente notar por un buen rato que el sonido de la motocicleta ya no se escuchaba. Cuando noto que el ruido había cesado empezó a mirar a su alrededor y a retroceder. Voy a volver al coche –se dijo- creó que me dará tiempo y allí estaré más segura.
Después de varios minutos volvió a oír el sonido del fantasmal vehículo. Empezó a correr. Esta vez se escuchaba claramente varios metros atrás, acercándose. Vamos- se dijo tratando de tranquilizarse, solo es alguien que vuelve a su casa en moto- y como para confirmar esto para si mismo se giró y miró hacia atrás esperando ver a su perseguidor. Nadie. Nada.
Un silencio espantoso reinaba en el páramo, solo su respiración se oía. Se volvió a girar para meterse en el coche. Y de repente lo vio.
Un silencio espantoso reinaba en el páramo, solo su respiración se oía. Se volvió a girar para meterse en el coche. Y de repente lo vio.
Una aparición espectral le cerraba el paso. Un horror salido desde las profundidades del averno con el único objetivo de cazarla y llevarla con él. Un espectro de la noche que en vez de rostro tenía una calavera. Cabalgaba una máquina infernal, diseño de pesadilla. Todo el estaba envuelto en un fuego que le consumía eternamente.
Miró aquellas cuencas vacías envueltas en llamas, y de repente su miedo desapareció. El velo cayó y su mente comprendió que aquel enviado del infierno y ella tenían una trayectoria similar, ambos eran hijos de la amargura y tenían la palabra “desesperación” tatuada a fuego en el alma. Vio la mano tendida del jinete, en la mano destacaba una pulsera dorada con un bello diseño. Agarró aquella mano, la notó fría, pero es que su mano también lo estaba. Ella supo en aquel momento que renunciaba a todo, que jamás volvería de aquel viaje, aunque sabía que pocos serían los que llorarían su marcha.Subió en aquella máquina infernal envuelta en llamas, se agarró a su captor y le susurró : “Llévame lejos”.
Esta mañana han encontrado el cuerpo sin vida de una joven en el páramo, estaba congelada dentro de su coche. Los presentes en el levantamiento del cadáver han comentado que su rostro mostraba una expresión de paz, seguramente resultado de la muerte por congelación que tuvo. En una mano sostenía un mapa y en la otra una pequeña pulsera con unos signos de intrincada grafía. Nadie ha reclamado el cadáver.
31 de Octubre, víspera de Todos los Santos, algunos creen que esa noche las puertas del infierno se abren para permitir a las almas en pena encontrarse...
31 de Octubre, víspera de Todos los Santos, algunos creen que esa noche las puertas del infierno se abren para permitir a las almas en pena encontrarse...
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5 comentarios:
uffffff!!!
me he muetto??? entonces no voy a trabajar, hala!
Estupendo relato,Aleix,al mejor estilo de E. A. Poe.
Tú sí q vales.
,,,º¿º,,,
Se agradece que sea Nanak la primera en comentar, ja ja. Esta viva !!! ;)
Por cierto, me encanta la frase final.
jajaja Nanak...tranqui, ya viste comno morí y subi al cielo con tus botas...ponte las negras apra bajar a las infiernos...Segun el pelos están abiertas su puertas..ains que miedoooo :_)))
Buena entrada aleix
Debo reconocer que cuando apareció aquel ser envuelto en llamas delante de mí, al miedo se le unió un irrefrenable deseo de acercarme a él.
La vueltecita en moto no estuvo mal, todo hay que decirlo...aunque me chamuscó las pestañas.
Ahora que estoy en el infierno sólo puedo desearos...buen finde!!!
,,,º¿º,,,
Me encantó el relato bro, escribes de lujo
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