La Mascarada

Trabajando en la peluqueria oi una serie de golpes en la puerta, estaba cerrada porque andaba recogiendo las cosas. Salí a la calle y no vi nada más que la niebla. Iba a cerrar la puerta cuando me fijé que en el suelo había un sobre cerrado con un lacre rojo. Dentro del sobre habia una nota escrita con letra preciosista que me invitaba a un baile de máscaras.

Así que me vestí con mis mejores galas y hacia allí me encaminé...hacia la sede del Clan Aradia Dominium. El sol se ponia en el horizonte cuando llegue a la dirección que ponia en la nota. El sol se escondia y la oscuridad se cernía sobre aque paraje.

Llegué a las puertas de un impresionante castillo en el que se veía algunas de las murallas recientemente reconstruidas, restos de piedras dispersos me mostraban que esa edificación había resistido alguna especie de cataclismo.

Llamé a la puerta y salieron a recibirme Shaitan Luminos y Morrigan Matty, mis anfitriones. La voz de Shaitan resonaba gélida e inexpresiva cuando me dió su mano (terriblemente fria) y me dijo, bienvenido al Elíseo, morada de "La Camarilla", hogar de nuestro clan.

Morrigan sin embargo me miraba con una mirada dulce, profunda, cálida, hipnótica. En ese momento, mi piel se erizó cuando asocié "La Camarilla" a un viejo recuerdo perdido en mi memoria de avatar. Un recuerdo asociado a ritos de sangre en un mundo neogótico. Me acordé de algo que ya había vivido, algo que viví en otra vida, en otro baile de máscaras, en La Mascarada.

Intentando no perder la compostura, entré en la sala principal donde otros invitados aguardaban. Entre ellos estaban mis queridas Avril, Lucille, Xaragata, Vanja y Mariam.

Pasé por delante de ellas y las fui saludando. Todas hermosas en sus vestidos de noche. Con las máscaras que dejaban entrever sus ojos. Había otros invitados, muchos de ellos nos miraban con ojos ávidos.

Morrigan, la guardiana del Elíseo, nos fué mostrando las habitaciones del castillo. Finamente decoradas, aunque había algunos signos inquietantes de ritos extraños, yo le susurré a Lucille que tuviera cuidado y que no mostrase su cuello a aquellos extraños anfitriones.

Llegamos a la biblioteca y mientras mi querida Morri nos comentaba algunos aspectos del mobiliario, yo me fijé en uno de los libros que hablaba sobre La Camarilla. Allí estaba escrito todo:

La Camarilla es la secta dominante del juego de rol Vampiro: La Mascarada. Se la simboliza con un Ankh. Actualmente es, y se encuentra en una guerra completa con el Sabbat (que es otro de los clanes). El tema del juego se centra en el conflicto personal que supone intentar retener la propia humanidad cuando el personaje ha sido convertido en un ser depredador de seres humanos. Además los jugadores deben sobrevivir a las incesantes luchas de poder de los antiguos y más poderosos vampiros y las numerosas intrigas entre los diferentes clanes vampíricos.

Subimos a la terraza, la Guardiana del Elíseo nos había preparado un estupendo espectáculo de fuegos de artificio para honrar a nuestro anfitrión, el Príncipe y a nosotros, sus invitados.

Sonó las 12 en el reloj de la torre. Empezamos a oir extraños ruidos a nuestro alrededor. Esbozamos una apresurada despedida de nuestros anfitriones y fuimos rápidos a nuestros vehículos para volver a casa. Sentí que la guardiana del Elíseo nos habia protegido en aquella velada.

En el camino de vuelta, respiramos aliviados y conocedores que quizás, la próxima vez, la hospitalidad del Clan sería ligeramente distinta con nosotros.

Ya en mi casa, y mientras me tomaba un zumo de tomate para recuperarme, puse el vídeo que mi gran amigo Ketk Petrov ha realizado sobre la inauguración de La Fundación, me encanta la música que le ha puesto.

((Gracias Morri, Shaitan y Ketk por todo))